Identidad, cultura y diáspora
- Eloquium.mx
- 14 oct 2018
- 3 Min. de lectura

Por: Fabían Cortez Ciprián*
Leyendo una lectura sobre identidad, me di cuenta que mostraba otra cara de la identidad como presupongo lo teníamos pensado, y nos empieza a hablar sobre las cinematografías de tercer mundo que ponen como tema central la representación de las personas negras afrocaribeños o los asiáticos, los cuales, toman como referencia para hacer una identidad cultural, pero, ¿es en realidad un nuevo sujeto de estudio para las películas, o hasta ahora nos damos cuenta que la identidad que entregan no es la misma a la realidad? cabría pensarlo para pensar este texto desde una perspectiva contextualizada.
Lo que es cierto, es que la identidad es de difícil tratamiento, la identidad como una producción que está en proceso, siempre es la que se mirará. Es decir, cada uno tiene su propia representación de la realidad, porque lo que decimos está contextualizado, influido por lo que nos rodea y nuestros conocimientos. Sobre todo con la identidad cultural, porque existen varios códigos culturales que influyen y marcos de referencia y significados que marcan la pauta de unos a otros para la comprensión de una posible identidad.
Naturalmente, estamos hechos para buscar más allá de nuestro alrededor en un punto de nuestra vida, lo que nos hace explorar otras formas de vida, ya sea sumergiéndose ahí o solo visualizarlas desde el exterior, como un trabajo antropológico innato, lo que llama Frantz Fanon como investigación apasionada , un ejemplo claro podría ser las colonizaciones, pero en estas formas de retención de culturas ajenas a la de otros son bajo lógicas perversas como lo señala Fanon. Hablaba sobre la coherencia imaginaria que se puede lograr con las imágenes, es decir si vas y le tomas una foto a una comunidad maya te hará sentir más cercanos a esa cultura, ya hay un tipo de visión hacia esa identidad cultural.
Después, presenta otra visión de la identidad que va encaminado a los puntos críticos de diferencias que constituyen eso que en lo que nos convertimos por nuestra historia. El pueblo de México es un mestizaje que la historia ha escrito desde los pueblos aztecas, pasando por la conquista, hasta la globalización.
Nuestra identidad cultural ha pasado y sufrido por cientos de transformaciones, no sólo desde la época de la colonia donde los españoles nos hicieron saber que eran superiores por casi 300 años, sino también en la era de la globalización, donde usos y costumbres han abarcado a México; desde festividades como Halloween o Día de San Valentín, hasta formas de vestir o comer. Algo importante es que entre culturas, la diferencia no solo es geográfica o climatológica, sino una diferencia de historia y cultura, es decir de contexto. En Puebla y en Veracruz, pueden tener el mismo clima e incluso compartir la misma zona geográfica, pero a pesar de que están cercanos entre sí, son diferentes, han negociado de forma diferente su dependencia económica, política y cultural, y esa diferencia está inscrita en nuestras identidades culturales.
Menciona a una población llamada Martinica víctima de colonialismo, y se me viene a la mente el problema central en la posible independencia que exige Cataluña al gobierno español, justo porque no contaba con un sentido de pertenencia dentro del país, se sienten diferentes. Veía a los demás como una otredad y no como parte de la misma organización. Este tipo de sentido de diferencia desafía las oposiciones binarias establecidas en las que se apoyan el significado y las representaciones.
Hablar de África me remonta a la metáfora que es México en cuestión de cultura. Estamos saturados de comidas, bailes, costumbres, tradiciones, que nos llegamos a confundir, a veces cómo nos ve el otro y nos dibuja es lo más erróneo que pueden hacer, por ejemplo en la película “Coco”, como nos observó Disney y nos observa todo el mundo al exterior, como esa metáfora cultural. el México original ya no está, ¿Qué queda?
Y tras lo dicho, queda entre líneas el poder que ha ejercido, no solo Europa, sino también Estados Unidos sobre latinoamérica. Esas líneas de poder y el sometimiento al que nos a orillado Estados Unidos a través de formas de comunicación, de vestir, de hablar y de comer, como ya lo había comentado antes. Como lo menciona la lectura, ha habido exclusión, imposición y expropiación; esto influye inconscientemente, sin culpar a nadie.
Las identidades de la diáspora son aquellas que están produciéndose de nuevo a través de la transformación y diferencia, señala el texto, y lo podemos ver en todos esos latinos que viajan a Estados Unidos, y actualmente forman una sociedad muy grande que ahora comparten usos y costumbres y forman una identidad cultural única, muy independiente de las cultura natal.
FUENTE: https://perio.unlp.edu.ar/catedras/system/files/stuart_hall_-_sin_garantias.pdf
*El autor es estudiante de Comunicación de la Facultad de Ciencias de la Comunicación BUAP , amante de la investigación y las letras, y colaborador en Eloquium.
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