Regeneración

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Por: Lorena Palacios Ríos*

Lo primero que notó fueron sus ojos grises y húmedos. La miró con ternura y los secó con sus dedos. Hacía tiempo que nadie la reconfortaba de esa manera.

Su mirada fue bajando hasta encontrarse con sus labios partidos, de los cuales salía sangre envenenada. Éste líquido rojizo, tenía espuma de la rabia que alguna vez sintió por las palabras que se guardó en su interior.

Poco a poco, la piel agrietada se le suavizó y volvió a respirar con normalidad. Su ropa desteñida parecía más pulcra y su cabello desaliñado se trenzó. Fueron aquellas palabras de aliento, las que la motivaron a seguir alargando sus sueños, sus motivaciones, su vida.

Allí, frente al espejo, se vio por primera vez con amor, respeto y el mundo, su mundo, cambió.

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*La autora es estudiante de Comunicación en la Facultad de Ciencias de la Comunicación BUAP y colaboradora en Eloquium.